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viernes, 1 de mayo de 2015

Palabras de la ilustración de moda

Actualmente la experimentación gráfica es mucho más fácil acceder a una mayor cantidad de imágenes a través del internet. Se han creado una especie de visión global que nos fuerza a todos a tratar de ver más allá y romper las barreras. Es una fuente inagotable de inspiración.
Gwen Keroval 

La ilustración de moda es una forma de expresión que genera Descripciones ricas y muy precisas de épocas y de momentos concretos, de estados de ánimo, estilos de vida y tendencias plásticas.
Laurs Mcachon 

Vicio para algunos, distracción para otros, la moda es la publicidad que llevamos puesta para explicar a los demás como somos, conocer amigos, empezar romances, seducir, es un placer para casi todos.
Bien Shannon 

Los humanos usan la moda para la decoración y para expresar su idiosincracia.

La moda tiene que ver con la experimentación, la explotación, los cambios, la identidad y la sexualidad, imagino que esto es lo que me atrae de ellas supongo que es lo mismo que atrae a mucha gente joven había la moda.
La experimentación, el cambio, la identidad y asexualidad hacen girar el mundo y, en este contexto, la moda tiene un importante e influyente papel.
Eva Totcheva

Textos recopilados de "Marcar tendencia, ilustradores de moda contemporánea" de Martin Dawber

sábado, 20 de julio de 2013

Refranero del chocolate


· Chocolate que no tiñe, claro está.

· Dar (a alguien) una sopa de su propio chocolate.

· Estar como agua para chocolate

· Frío o caliente, pero a sus horas.

· Las cuentas claras y el chocolate espeso, a la española.

· No le pido pan al hambre, ni chocolate a la muerte.

· Ser como el buen chocolate, que no tiene asiento.

· Si te hacen carbonato, hazles su chocolatito.

· Si como lo menea lo bate, ! Que sabroso chocolate!

· El chocolate excelente, para que cause placer, cuatro cosas debe ser: espeso, dulce y caliente y de manos de mujer.

· Ni amor reanudado, ni chocolate recalentado.

· Toma chocolate... y paga lo que debes.

El chocolate y el amor


Los mexicas asociaban el cacao con el corazón humano, ya que para ellos, el corazón y el cacao contenían líquidos preciosos, uno la sangre el otro el chocolate, lo que indica la alta estima en la que tenían a este último.
En los matrimonios y fiestas de compromiso, el chocolate para beber se servía, a manera de lujo. El emperador Moctezuma tomaba varías tazas de chocolate al día "para tener acceso con sus esposas".

Madame Du Barry, cortesana del rey Luis XV de Francia, acostumbraba tomar y servirle a su amante una taza de chocolate antes de entrar en sus aposentos.

El gran amante y alquimista italiano Giovanni Giacomo Casanova, quien tomaba su taza de chocolate en el famoso Café Florian en Venecia, consideraba esta bebida más estimulante que la champaña, y la llamaba "el elixir del amor". 

El chocolate contiene feniletilamina, una sustancia secretada naturalmente en el cuerpo humano cuando se está enamorado. Así mismo la teobromina que aumenta la actividad de la dopamina, sustancia neuroquímica que se asocia directamente con la excitación y el placer sexual.

Gosario mexicano del chocolate


Gosario mexicano del chocolate
(Del Museo del chocolate)

Chocolatada: 
Merienda en la que se sirve el chocolate.

Chocolate de pinol o pinole:
Chocolate mezclado con pinol, que es una harina de maíz.

Sacar chocolate:
Hacer salir sangre, principalmente de la nariz cuando los muchachos se pelean, también dicen "sacar el mole"

Saltar chocolate:
Hacer chocolate.

Chocolatear: 
Tomar chocolate.

Chocolatera:

a) Vasija en la que se bate el chocolate.

b) Mujer que hace o vende el chocolate.

c) Ave acuática de la familia de los tresquiornitidos, larguirucha, de patas largas, torpe y migradora, su aspecto es bonito ya que es de color rosado, aunque su pico es acucharado como una espatula y la cabeza chata, Es piscívora y abunda en los pantanos y lagunas de Tabasco en la época de secas.




jueves, 7 de febrero de 2013

Moda y surrealismo I

Se atribuye la paternidad de la palabra surrealismo al poeta Guillaume Apollinaire, y su aparición se sitúa hacia 1917, significa "conjunto de procedimientos de creación y de expresión que utilizan todas las fuerzas físicas (automatismo, sueño, inconsciente) liberadas del control de la razón y en lucha contra los valores establecidos" 
La revolución surrealista influyó mucho en el arte, con el que el movimiento no dejó de mantener una relación ambigua. André Breton, papá autoproclamado del surrealismo, supo reunir a algunos talentos singulares entre los jóvenes aventureros preocupados por inventarle un nuevo significado a la acción de pintar. Max Ernst, Salvador Dalí, Joan Miró, Yves Tanguy, Rene Magritte, Victor Brauner, Roberto Matta y André Masson se sumaron al grupo que iba tomando forma en el París de los años veinte.
La idea de acercar la moda y su efímera frivolidad al surrealismo puso a la mujer en el corazón mismo de un proceso creativo, como atestigua Bona de Mandiargue, pintora nacida en 1926, que ingresa en el surrealismo tardíamente en los años cincuenta: "Era la primera vez que escuchaba a personas de una gran inteligencia interesarse por el papel de la mujer sin someterlo al del hombre, los surrealistas no separan la mujer de la poesía, la identifican con su propio procedimiento creativo" Ya no se trata de la musa romántica ni de la simple relación entre el artista y su modelo, sino de una verdadera sacralización del ser amado como explica Breton "Estoy, al estar cerca de ella, más cerca de las cosas que están cerca de ella".
De esta adoración perpetua al fetichismo de los accesorios o de las diferentes piezas de la indumentaria de la mujer, no hay mucha distancia. Aragon y Elsa, Max Ernst y Leonora Carrintong, Dalí y Gala, llevaron el juego bastante lejos en sus obras poéticas o plásticas, engendrando algunas incidencias notables entre sus adornos y el cuerpo de las mujeres, la costura está dispuesta a desviar para su mayor provecho el espíritu del movimiento que se nutre de todo, Así a partir de los años treinta, asimilará la vulgata surrealista en su sentido de la provocación y de las descoordinaciones sistemáticas, en el de las asociaciones libres y las rupturas subversivas... Hoy en día podríamos incluso considerar, a la vista de su evolución exponencial a lo largo del siglo XX, que la alta costura y después el prêt-à-porter creativo, en la singularidad ya no encarnada por los magos del verbo sino por las Fashion victims. Verdaderas aplicaciones prácticas de la paranoia crítica diagnosticada por Salvador Dalí como "un método espontáneo de conocimiento irracional, basado en la objetivación crítica y sistemática de las asociaciones e interpretaciones delirantes".
Así, el famoso "encuentro entre un paraguas y una máquina de coser sobre la mesa de disección" evocado por Lautréamont, se revela, en el estudio de un modisto, como una manifestación perfectamente normal y un fenómeno totalmente integrado en su proceso creativo.
Uno de los elementos recurrentes del surrealismo y que constituye, quizá, su principal pasarela hacia la moda, resulta ser, el maniquí como oscuro objeto del deseo. Aparece en las telas de Chirico a partir de 1915 como una forma abstracta, estilizada al máximo que simboliza, ante todo, una ausencia. 
A su vez, la muñeca de cera de tamaño natural de las tiendas de ropa, con su simulacro de vida, magnetiza a los surrealistas.
En 1938, durante la exposición internacional del surrealismo organizada en París en casa de los Wildenstein, se distribuyeron maniquíes de escaparate a los diferentes expositores, que se encargan de vestir a su manera estos desnudos sintéticos. Otro tipo de fantasmas son las muñecas, sobre todo las concebidas por Hans Bellmer, que mezcla trozos de trapo y encajes diversos.

martes, 5 de febrero de 2013

El corazón de Baltasar de Zúñiga y Guzmán

Baltasar de Zúñiga y Guzmán llegó a la Ciudad de México el 16 de agosto de 1716, donde gobernó como virrey de la Nueva España, a lo largo de seis años. El amor de este representante de la Corona española por la joven Constanza Téllez, hija de un cacique indígena, se dio a partir de un verdadero flechazo, ya que desde que la vio (durante una misa en catedral) su corazón no pudo vivir tranquilo; sin embargo, muy pronto se desilusionó al enterarse de que esa mujer entraría a un convento. Se cuenta que    de Zúñiga y Guzmán cayó presa del ensimismamiento, de un mutismo hosco, que era muy evidente para los demás. Fue tan grande su amor por aquella hermosa dama, que pidió permiso a la Audiencia de España para edificar un convento de monjas naturales, hijas de caciques, en el cual doña Constanza pudiera profesar. Al poco tiempo, recibió la autorización y el monasterio se construyó en tan solo 8 meses, en un lugar situado en los límites de la ciudad de ese entonces (frente a la Alameda central) cuya grandeza contribuyó con la muy noble y leal "Ciudad de los Palacios"
Entre las justificaciones que Zúñiga y Guzmán proporcionó a la Corona para la realización del proyecto, destacaba la seguridad de que el nuevo convento de Corpus Christi podría mantenerse de las limosnas y que solo albergaría de 18 a 20 monjas. El sexto año de su mandato, el virrey informó a la monarquía española que sus males no le permitirían seguir sirviendo al rey, y que recelaba sufrir ataques de hidropesía, por lo que solicitaba el envío de un sucesor. De esta manera fue que regresó a España y desde ahí dispuso en testamento que su corazón fuera enviado a la Nueva España y depositado en el presbiterio de la iglesia del convento.
En el coro de las monjas que participó en la ceremonia de recepción de la arqueta de plata, la cual contenía el corazón, se encontraba doña Constanza, convertida ya en sor Marcela del Divino Amor, un evocativo nombre. Baltasar de Zúñiga y Guzmán quien había nacido en Salamanca en 1658, murió en Madrid en 1772 a los 68 años, soltero pero convencido de que su corazón estaría siempre cerca de la mujer que tanto había amado.
Gracias al rescate arqueológico del ex Templo de Corpus Christi impulsado por el ex Jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador, un equipo de trabajo del INAH y el Fideicomiso del Centro Histórico, se encontró, durante los trabajos de excavación, la arqueta con el órgano de Zúñiga y Guzmán, símbolo de su devoto amor.