Jeff Koons, joven, normal y común y corriente, ganó el dinero que precisaba para sus primeras obras de arte trabajando en la bolsa, fue en los ochenta el superestrella absoluto del ajetreado mundo del arte. Comenzó colocando aspiradores completamente nuevos en vitrinas que parecían rigurosamente limpias y que estaban iluminadas por luces de neón. En 1985 hizo los dos "Equilibrium tanks", cajas llenas de agua como acuario, con balones de baloncesto flotando. Un año más tarde sorprendió al mercado del arte con figuras de acero inoxidable relucientes. En el culmen de su carrera en 1991, Jeff Koons se casó con la estrella porno italiana Cicciolina. De sus devaneos sexuales dejó testimonio, ya en 1989, en su ciclo "Made in Heaven" en gigantescas imágenes y esculturas reprodujo con todo lujo de detalles los actos sexuales.
Jeff Koons sigue siendo una estrella del espectáculo, pero también ocupa la atención del mundo del arte. Sus obras son un sutil mezcla de kitsch, modernidad y sexo: rompen tabúes, pero no para escandalizar, sino para revelar belleza en su provocación. De ese modo, Jeff Koons dio como ningún otro en el nervio de la generación de yuppies y nuevos ricos. Después de 1992 se hizo el silencio en torno a él; también fracasó su matrimonio con Cicciolina. Su último proyecto "Celebration" que consta de 20 grandes esculturas y cuadros inmensos, se presentó en el año 2000, en el Deutsche Guggenheim Berlin.
Celebration, 2002
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